Arrinconada en mi pasado y desde el tuyo
también.
Varada en otras almas que me rondaron
y en las tuyas.
Castigada en los rincones frustrados,
y en otros tuyos.
Hundida con todo el aire en mis senos.
Como siempre liberada.
Como la galerna cuando grita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario