Es un placer sentirme mujer y además saber que soy libre.
Es un honor amar al hombre que me ama y me respeta.
En ocasiones, precipitados, amarrados, amañados,
callados, soportados,
los conflictos arrojados al vértigo social
con los valores amputados.
¿Se pararon las voces a pensar que éramos sensibles?
¿Preguntaron los actos, los silencios, los excesos?
Y ..., todavía, para ellos somos incompletos como seres.
Pero si,
un placer sentirme mujer y además madre.
Un honor también para él, ser lo que soy.
Cuando se lucha tanto por la igualdad, nos completamos como seres con muy poco, esa es la auténtica inteligencia y la mujer, ..., sabe hacerlo muy bien.