martes, 29 de junio de 2010

Expresiones de amor (1)




En ocasiones se ofrece la luna en una implacable frase de ...

"Te daría la luna si me la pidieras".

Un escalofrío me recorre,
tal vez de emoción o de terror.

Os dejo con esta reflexión, ...
(De momento).

martes, 22 de junio de 2010

Jorge Bucay sabe contarlo





LA MIRADA DEL AMOR
El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.

Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.
A su regreso, el rey fue informado de la situación.

-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre!! Es maravillosa!
Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.
-¡Parecen ricos!-dijo el rey.
-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.
-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta.¿no es fantástica?

Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.
Sentado con su amigo más confidente, le decía:
-Nunca se portó como una reina…¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.




Admiramos o no, según veamos.
En esto cuento Bucay lo ilustra muy bien.

jueves, 17 de junio de 2010

Tarde retenida




Susúrrame al oído las palabras
que no dije aquella tarde.
Eran mis anhelos silenciados.

Devuélveme lo que asomó en las pupilas
lo que mis párpados ocultaron.
Eran los deseos de tí.

Cepilla de entre mis dedos
aquel pasado que pretificó mi tacto.
Pasado que no quiero.

Empuja de nuevo mis labios
que se precipiten a tu abismo.
Deseo tragar tu aliento.

Libera mi cuerpo,
libéralo entre tus brazos.
Sin tí, mi propia cárcel.

Toma.



Un pasado penado, a veces puede ser carcelero.
Escuchen la canción, es hermosísima.

miércoles, 16 de junio de 2010

Premio Dardo y Blog de Oro

Si pinchais sobre la foto os lleva al jardín de Flor, que no es cualquier jardín.


Flor mi querida amiga. La verdad que últimamente estoy desconectada, este premio me hace sentir aún más gratitud por la lealtad que me otorgais.

Gracias Flor, este premio viniendo de tí me llena de cariño el corazón.

sábado, 12 de junio de 2010

Sin saber cómo ... (6)

Foto de uno de mis últimos paseos, en los que inspiré el poema.




Estás en la huellas de mis pasos,
los que están por llegar.

Eres esa ola que avisto en alta mar,
viene a saltar sobre mi piel.
¿Eres tú?

Trae la brisa el susurro de tu boca,
mi piel se ruboriza,
¿tras que viento te escondes?

Eres el pasamano de mi descanso,
el asidero de mi risa.

Estás en las rocas orilladas,
¿tal vez esperándome?

Estás mi amor,
entre todo aquello que tiene vida,
que sabe a vida.

Eres la farola apagada del camino,
donde yo, espero
a que se encienda.






A veces siento que estás cuando no te veo, a veces te veo y no estás.
Tus versos me enseñaron tantas cosas.
Mis sentidos me enseñaron a saberte.



Termino con estos versos la serie de los 5 sentidos y uno más.
Y os dejo con el poema 15 (uno de mis preferidos de Neruda).






martes, 8 de junio de 2010

Si me tocas (5)



Y te bebes la miel de mis ojos.
Mis párpados retienen el tacto de tu requiebro.

Mientras me escuchas.
Mi piel recibe tu escucha, tu silencio.

Sonríes en mi gesto lleno de vida.
Vivo también para contarte.

Pero si yo te toco,
me traigo enredado entre mis dedos.
Tus latidos, ...

tal vez, ¿son los míos?

Si me tocas confundo nuestro pálpito.



jueves, 3 de junio de 2010

A qué saben (4)




A qué saben los preludios de arrumacos.
La mejilla de tu cara al despertar.

A qué sabe el soplido que apaga la vela.
Tras los gemidos de nuestras noches.

A qué sabe un baño en el mar.
Con el sol el amaneciendo.

A qué sabe la nieve de fuera.
Delante de una chimenea.

A qué sabe el susurro de mis sueños.
Cuando mis caderas te coronan.

Dime, a qué saben nuestros besos.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails