martes, 25 de agosto de 2009

Luces en la noche...



Para todos las personas que se convierten en faros. También para Incombustible (Café de medianoche), Tantos faros en sus palabras.

Un beso.

Lola Padilla

(Aconsejo hacer click en full screen, asi podreís disfrutar de imágenes soberbias y hermosas y no olviden pausar la música del blog antes del dar al play de la presentación)

lunes, 24 de agosto de 2009

Una luz en la oscuridad


Quiero hacer un homenaje a estas torres que desde el primero en el siglo III a.C. en Alejandría han evitado mayores desgracias a las personas que han trabajado en el mar, a los viajeros, ...
Algunos se ven envueltos en leyendas negras y se les atañe a la muerte, sobretodo los ubicados en lugares azotados por fuertes tempestades (Faros de la Costa de Muerte en Galicia).
Todos sabemos que estas magníficas señales en la noche, ayudaron a restar las leyendas malditas.

El faro es algo que representa mucho el espíritu de mi vida interior. Siempre hallé una luz que me cuidó de perderme en mis propias oscuridades, casi siempre han venido de mano de personas que la vida puso en mi camino, llenaron de esplendor mis pasos, para ser lo soy.
Algunas de esas personas no las volví a ver más y otras no están ya entre nosostros. Desde aquí este homenaje va para esos "faros" de mi vida que han sabido reir y llorar a mi lado para llenar de luz mi paseo existencial.
Mi amor por esas luces hacia donde van mis propias derivas.
Luces que respetan mi camino y lejos de dilatar mi equipaje, quedan en el mismo lugar donde los encontré, se convierten en esa referencia del pasado, recordándome por donde no debo volver a pasar. Dejando ese testigo para no volver a tropezar y dándome la confianza en que otros faros siguen esperando.
Mi confianza y mi amor a todás las personas leales como faros, nos alumbran y nos cuidan de no zozobrar. No cerreis los ojos, ellos brillan más que las estrellas.

Un beso a tod@s con todo mi cariño.

Lola Padilla.

viernes, 21 de agosto de 2009

Ave FÉNIX


Para Noelia...

Todos saben la leyenda (adaptada por algunas religiones y culturas), de ese ave que resurge de sus propias cenizas.

Tan débil que espera la muerte tras todas las embestidas.
Tan indefenso que estuvo condenado a la muerte.
Tan solitario que espera terminar la vida sólo entre sus cenizas.
Tan humilde que espera la hora final en su propio nido.

Tan maravilloso que respeta su propio destino.
Tan extraordinario que hace de su flaqueza la fuerza.
Tan altivo que levantó su vuelo más hermoso que nunca.

Tan parecido a tantas personas que nos plantean preguntas como "¿ No sé cómo puede?".
Tantas personas que en silencio aguardan lo golpes que no le corresponden. Esperan el día, el momento, el instante para silenciar sus propios lamentos.
Tan fuertes como las garras que se aferran a impulsar el vuelo y tan dócil como plumas que acarician el viento y sin hacer ruido quieren ser felices.

Esta entrada tiene hoy el color de Noelia y el de tantas personas que deciden resurgir de su propio dolor, hacen de las cenizas lechos del pasado donde no llorarán más.

Hoy desde la fuerza de Noelía, me doy cuenta que el mundo está lleno de aves fénix.

Un beso grande para tod@s.

Lola Padilla.

lunes, 17 de agosto de 2009

SIN PERDER NUESTRO SITIO


A veces en el amor, hemos de levantarnos de ese lugar donde todo es una línea recta y podemos sentirnos seguros.
¿Debemos levantarnos de ese lugar donde perdemos el reflejo de nuestra propia imagen y de ese modo no podemos ver cuánto bien o mal está nuestra persona?
Pero es verdad que en esos momentos podemos saber si realmente merece la pena el amor, podemos valorar si somos capaces de sobrevivir a una crisis y en ello madurar la relación. A veces sin duda es absolutamente necesario, como lo es también, no perder nuestro lugar, ese en el que no nos descuidamos como seres humanos. Ahí está lo complicado de las relaciones, levantarnos de la silla que nos corresponde por la persona que amamos, de ese modo perderemos la oportunidad de volver. Ahora bien si lo hacemos por la relación de ambos, no olvidaremos que esa silla queda libre para volver.
No olvidemos de donde venimos ni adonde quieremos ir.

Un abrazo para tod@s.

Lola Padilla.

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