martes, 8 de diciembre de 2009

Homenaje a Pablo neruda

Pablo Neruda fue mi motor literario desde niña,
gracias a él mi adolescencia encontró la manera de expresar el amor.
Este texto lo escribí con 20 añitos. Él me ayudó a encontrar el amor dentro de mi.







Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,

y en el cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio

...”(*)


¿Has contemplado el mar tempestuoso en una noche, sin luna, cuando no puedes ver las olas que rompen en las rocas, sintiéndolo más en tus pies que en tus pupilas?


¿Dónde estuviste en esas noches donde yo corría cerca del mar?, cuándo la tempestad era más brava y se llevaba todos mis naufragios.

Te esperé tantas veces junto a él, quería darte toda la energía de las aguas de sal. Hubiésemos compartido nuestro silencio con las olas de más ruido. Podrías haber tenido mi cuerpo “en la cruz de tus brazos”(*), bebido la ternura de mis labios. O en las otras noches cuando el mar callaba y su murmullo nos hubiera reclamado gemidos de embriaguez.


Podría contarte los secretos de dos amantes que no se amaron, como un cuento de niños:

“¿Sabes que el mar esconde un secreto? Una noche de gran tormenta, donde no ves nada, sólo oyes bramidos y sientes la lluvia, ... , un rayo, se metió en el mar, iluminó toda la inmensidad salada. Fue tan hermoso que me quedé hasta que amaneció, profanando así su gran verdad.

Ví que el sol salía de las profundidades, supe que las tempestades sucedían cuando las olas atrapaban al sol porque temen a la oscuridad en las noches sin luna. Fue entonces cuando arrojé mi secreto al mar. Él no puede vivir sin un enigma en sus entrañas.

...

Abandonado como los muelles en el alba.

Es la hora de partir, oh abandonado!(*)

¿Me dejabas marchar, sola, por qué no me retuviste, viniste conmigo?

Hoy no puedo teneros a los dos, le arrebato al mar mi gran verdad. Tú ser como mi vida misma. Ahora que la infinidad no tiene secretos, corre tú amor mío, llévale el tuyo más hermoso y más lozano.

Las olas no mueren en las rocas, ni en las orillas, se renacen en otras, en una de ellas estamos tú y yo, y cuando vuelva a resurgir de las inmensidades, ...¿qué haremos?

20 – mayo – 1992.

en la cruz de tus brazos”(*)


Lola Padilla



(*) Original de Pablo Neruda Veinte poemas de amor y una canción desesperada.


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