Todos tenemos el derecho a sentir el amor. Dedicado a mi hija y a la mujer que llegará a ser
martes, 6 de octubre de 2009
En un horizonte no vivido.
Llega tras la oscuridad más densa de la madrugada y va esclareciendo el confín de nuestra mirada.
A veces esa línea lejana de anhelos, cercana de ilusiones.
A veces la madrugada puede con nuestras horas de sueño, nos mantiene centilena de esa hora que amanece, y por fin ..., el horizonte dorado, el que nos asegura que de nuevo la vida nos otorga nuevos momentos.
Ofrecemos a las primeras luces, nuestras primeras miradas y con ellas la mejor visión de nuestra alma, toda una noche mirando hacia dentro, lo que fue, lo que es, lo que nos gustaría.
A veces los días llegan entre cortinas de deseos que ocultan los impulsos de nuestros latidos, latidos que se se quedan a medio pulsar y silencian el deseo.
A veces esperamos a que llegue la noche para soñar lo que no quisimos vivir al comenzar el día...
Para esos sueños que requieren de valentía o de claridad, espero despejar las nubes de algunos horizontes.
Un beso y mil disculpas por la ausencia.
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lola me alegra ke ya estes d eregreso, se te extrañaba, y como siempre muy lindo lo ke escribes, es un placer leerte, un abrazo y bendiciones con amor....luz estrella
ResponderEliminarDespeja las nubes, de a poco, y no te pierdas esos sueños, ponte valentía en las acciones y claridad en la mirada y disfruta de ellos... anímate!!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias la vida es más fácil cuando sabemos soplar esas nubes. Gracias por pasar por aquí y por vuestros comentarios.
ResponderEliminarhola amiga
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