Un continuo pulso por saber quien está en posesión de la razón. O quizás permanecer los días sin un atisbo de sonrisa sin motivo aparente, tal vez el sólo decir "estoy así y punto" debería ser suficiente un día y otro y otro.
A veces me pregunto si la convivencia debería darnos las herramientas para saber qué hacer en los casos en los que la impotencia se ve superada por la tristeza. En esos momentos que después de mucho preguntar, la solución es poner la mesa para dar comienzo a un pulso y en ese instante a mi se me quedan los ojos abiertos sin saber qué pensar, porque mis sentimientos se ven dañados, pisoteados en el momento en que lejos de exigir una respuesta, apelo con amor a saber qué ocurre ante un continuo silencio, desagrado, apatía y de pronto toda desidia se convierte en intercambio de rivalidades.
Tal vez es amor todo eso, pero yo por más que le doy vueltas, lo veo tan complicado que no sé por donde pillarlo y si llego hacerlo no lo quiero en mi.
Tal vez miro con ojos de niña y sienta con alma de mujer y hay cosas del mundo de los adultos que se me escapan.
¿Comenzamos así el camino del amor en silencio?
¿Del tiempo que dejamos pasar entre caricias que no llegan?
¿De juventud que suspira más que vive un abrazo encarnecido?
¿Realmente que magnificamos y que minimizamos?
Un abrazo a tod@s
Es difícil la mezcla entre pasión y calma, ambos necesarios...pero creo que finalmente aparece la cnojunción de ambos.
ResponderEliminarUn beso!
La familia de mi madre nación en Alozaina. Lo conoces a ese pueblo?
Dificiles preguntas te haces y nos haces...
ResponderEliminarLos silencios, los momentos difíciles, la caricia que a veces llega cuando no se necesita y cuando se desea no llega... en fin, el amor adulto y conviviente no es nada fácil.
Siempre me voy pensando de aquí...
Besos
Pero es difícil la armonia, y mientras que pasa el tiempo en la convivencia, deberíamos encontrarla en y en algunos casos es lo contrario lamentablemente.
ResponderEliminarPero dónde está el problema qué mecanismo existe en esa relación para que fuencione mal.
Seguro que esta entrada va a dar para mucho.
POr cierto Marcelo, Alozaina claro que lo conozco el anterior alcalde casado con una prima mía y a tan solo 9 km está Yunquera pueblo donde nació mi madre y voy muy a menudo. Qué apellido tienes por parte de tu madre.
Un beso grande casi paisano.
Lola Padilla.
Espero hacerte pensar y que saques algo positivo. En cuanto a esas preguntas están muy relacionadas con lo que concedemos, a veces confundimos conceder con ceder. Y ello puede llevarnos a ese estado de tristeza. A veces es complicado no pillarnos los dedos en lo que damos y ahí comienza el error y el largo y duro camino de la convivencia.
ResponderEliminar¡Por qué es tan difícil esto de la conviviencia!
Gracias por acompañarnos Miriam y Marcelo.
Un abrazo.
Lola Padilla.
Qué buena coincidencia! Fijate en la etiqueta familia de mi blog. Encontrarás todo allí. Incluso fijate en el comentario de un muchacho de Alozaina.
ResponderEliminarMuchas gracias!
Un beso
Pues mira en esa etiqueta de la que me hablas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo vine a verte y dejarte un abrazo.
ResponderEliminary unos besos, espero estés bien.
Muchas gracias Miriam, sí estoy bien, está siendo un verano muy tranquilo afortunadamente.
ResponderEliminarUn beso.