Todos tenemos el derecho a sentir el amor. Dedicado a mi hija y a la mujer que llegará a ser
martes, 12 de enero de 2016
Ocaso
Como se va el sol entre los dedos del tiempo.
Llegará mi boca resuelta de silencio.
Te besaré sobre una quimera incierta de amor.
Como el aire del ocaso perfila el horizonte.
Mi cuerpo sonará en tus brazos emergentes.
Cobijarás mi alma abrigada de otros mundos.
La felicidad es tan efímera de momentos.
Los besos que no te di esa tarde de ocaso.
Viajaron a otros labios, lejos de tu boca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ese sentimiento del poema deja atrás lo que pudo haber sido y no fue, dejan un poso de dolor en tus letras....
ResponderEliminarUn cálido abrazo