viernes, 3 de julio de 2015

Apagas la luz. Los barcos en tierra. Y yo...





Te alejas de mí como el faro apaga sus luces. 
Como los barcos esperan en el puerto.
El tiempo me castiga de nuevo en su rincón gris.

Mi alma mutilada, no te encuentro. 
Como un faro sin farero y sus horas vigías.
Encerrada en una caja sin colores ni aromas.

Mis pasos secuestrados sin zapatos que ocupar.
El mar atrapa la noche y los haces del faro. 
Como tus recuerdos mi cordura arrebatada. 

Parezco una niña perdida sin llanto.
Un faro torcido al abismo.
Una luz apagada en el sol.

2 comentarios:

  1. Cómo te entiendo, yo también se lo dedicaría a mis hijos que veo como poco a poco sueltan sus alas. Es ley de vida, pero a mi cada vez me van dejando más vacíos en la mía, a lo mejor, cometí "el error" de dedicar mis últimos años plenamente a ellos olvidándome de mi sin que ellos si quiera me lo pidieran. He intentado educarlos con la premisa de que sean lo más independiente posible en la vida en todos los aspectos. Si a esto le sumamos que seamos mujeres muy independientes, seguramente el precio que tengamos que pagar sea la soledad.
    Un abrazo.

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  2. Mari Carmen tesoro. Ahora te toca enseñarles lo más hermoso. Que su madre es feliz. Eres independiente y ello no te aísla del mundo, sino todo lo contrario te permite elegir.

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