Con el viento llegan todos los pasados desaliñados
sin identidad entre mi piel libre.
Traigo la bandera rota de los vendavales
coloreada por la niña que me habita.
Arrinconados como la arena en las rocas
todos los deseos a la espera.
Grita el viento en mi plena oscuridad
me recuerda que todo sigue en movimiento.
Corriendo al borde del mar
lleva todos mis deseos lejos de los miedos.
Despeja mi rostro de los gestos llorados.
De las boca torcida del dolor.
Madrugada y el viento fuera sigue danzando.
la noche ya dormita entre mis sueños robados.
Mi cuerpo se ata a otro cuerpo
no quiere escapar con el viento.
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