No te vayas tan en silencio.
Te quedan tormentas sin timón.
Rumbos que te pierden,
te encuentran,
te arrastran,
te invaden,
te anulan.
No me pidas que me calle.
No podemos callar la evidencia de la mujer maltratada.
No podemos ser parte de sus tormentas silenciadas.
Ni podemos ni debemos, pero parece que va en aumento y eso no se comprende. Y da la sensación de que nadie hace nada para pararlo...
ResponderEliminarBesos
Lo peor de todo es que, normalmente, es la Víctima la que calla... Es imposible echar una mano a quien no se quiere dejar ayudar.
ResponderEliminarAprendamos a denunciar el maltrato propio y encontraremos el apoyo ajeno.
Un Beso sin Silencio, Lola... Gracias por volver a escribir.
En esta sociedad que se estresa por momentos con la crisis y la cada vez más agravada falta de valores, la cuerda se rompe siempre por el mismo sitio, por la parte más débil.
ResponderEliminarDenunciar y luchar es la única opción.
Un beso