25 de Diciembre del 2010 a las once de la mañana encuentro el único bar abierto para tomarme un café que me haga persona. El señor del bar, me recuerda del último año. Si es que digo yo que un buen café despierta la mente.
Esta vez me encuentro con la agradable compañía de algunos viejecitos de la residencia de ancianos. Sí 25 de diciembre y solos, prefiero no comentar los detalles, la historia de cada uno, es eso, su historia.
En su compañía, sus chistes sobre viejos y con sus anécdotas. Paz y amor para estos días y en estos días me quedo con el mejor de los cafés en lo que va de año y eso que estamos casi apunto de terminar, pues sí hoy 25 de diciembre, me tomé con el señor Pepe y sus clientes amigos, el café más entrañable DE TODO EL AÑO.
Me pregunto, cómo es posible que unos extraños en un 25 de diciembre hagan de ese momento el más emotivo. Será que cada uno a su modo lleva su soledad en procesión y cuando se juntan algunas soledades pasa eso, que otro tipo de amor y otro tipo de felicidad nos llena el corazón, al menos eso ocurre conmigo.
Feliz Navidad Pepe y al resto de los viejecitos que han compartido ese momento de cafeína, sin duda un nuevo despabilar de emociones y un motivo más para seguir amando entre soledades.
A todos los "viejos" (con todo mi amor) solos y acompañados. Gracias por tantos años dedicados.
Enternecedor relato.
ResponderEliminarFuerte abrazo, Lola.
Pués esta "viejita" te deja muchos besos y te desea Felices Navidades.
ResponderEliminarFlor
Hola preciosa que no consigo encontrarte,bueno al menos se que andas por la ciudad con nuestros mayores que siempre suelen ser los mejores y te cuidaran.Un besito reina.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD.Nos vemos
Felicidades por haber tenido ese momento y por haber sabido disfrutarlo.
ResponderEliminarMuchos besos
Que buen recuerdo para la navidad! Algo que muchos olvidamos. Un abrazo.
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