Quiero que te desbordes sobre mi piel.
Enfríes tus derretidos deseos sobre mis valles desnudos.
Quiero que quemes el manantial de mis labios.
Broces mis besos, alteres mi frío.
Quiero la erupción de tu silencio rojo.
Amedrentes mis miedos, precipites las cimas.
Quiero tu bostezo encarnado.
Arrojes tus ansias sobre mi historia.
Sé fuego,
lava,
lengua,
cenizas,
frío,
roca,
...
Derríteme.
(..)
Este elemento es sin duda de los más enigmáticos, de las entrañas de la tierra.
Y como no, con Falla y su Amor Brujo, en ese espectacular " Danza ritual del fuego".
Y como no, con Falla y su Amor Brujo, en ese espectacular " Danza ritual del fuego".
Hola cielo que bella entrada que bello poema me encanto
ResponderEliminarun beso corazon
Hasta el momento es el más apasionado de los poemas dedicados a los elementos... Es a lo que se presta el Fuego, claro.
ResponderEliminarTus elecciones musicales son siempre brillantes, da gusto leerte mientras escucha uno esa música mágica de uno de nuestros más ilustres Maestros (el de los billetes de 20 duros).
Un Beso Cálido... No Ardiente, que parece otra cosa.
Un poema muy sensual, yo diría que con un punto picante, y, como siempre, muy sentido y vivo.
ResponderEliminarAunque, amiga Lola, yo creo que tú pides mucho.
Un abrazo fuerte.
Un ruego ante el que sólo un muerto puede negarse...
ResponderEliminarPreciosamente sugerente.
Besos
Ardiente poema, Lola. Acaso la primavera tenga algo que ver con la temperatura del mismo.
ResponderEliminarO ese volcán de nombre impronunciable que se está riendo a base de bien de la técnica aeronaútica.
Un beso.