De pronto no estabas,
un desierto de dunas me invadió.
De momento el silencio,
quería silenciar los recuerdos.
Mi brújula,
imán desimantado,
Mis días,
relojes de arena tumbados.
Mi horizonte,
de nuevo tu luz al final.
Esa columna coronada de estrellas.
Traías el mar a mis pies.
Las olas a mis sueños.
Mi rumbo de nuevo,
lo traías, ...
...
también de tu mano.
(...)
Para Manolo, llegas poco a poco, como la noche en la tarde y con ella, la luz de los faros.
Me alegro de tu vuelta.
Me alegro de tu vuelta.
Os dejo con Desierto Rosa de Sting y Cheb Mami, hablan de una guerra, de esperanza. Cada uno tenemos nuestra propia guerra que librar, me uno a la esperanza.
Hermoso, siempre evocando el mar y su paisaje para contar historias de amor y desamor. Y es que el mar inspira tanto...
ResponderEliminarMuy hermoso poema.
Un fuerte abrazo, amiga Lola.
hermoso poema y hermosa música
ResponderEliminarUn placer leerte
Pues hola, Lola. Ya estoy de nuevo y vine con mucha fuerza, te leo como siempre precioso poema. El mar siempre me ha gustado y me ha inspirado. Un saludo cordial. Nos seguimos leyendo. Besos.
ResponderEliminarMuy bello poema cielo
ResponderEliminarun beso corazon
Yo también me uno a la esperanza... a pesar de las propias guerras...
ResponderEliminarBesos
Yo que no entiendo de faros ni de luces, porque en la oscuridad vale la pena caerse para ver como gato, quisiera encontrar la referencia que me guie, pero es posible?
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Gracias Mercedes, es este poema hablo de una amor, muy grande, a veces el desamor no es más que una ausencia forzada y no un desamor, como ocurre en este poema.
ResponderEliminarUn beso grande amiga mía.
Gracias Santiago, me alegra que te guste.
ResponderEliminarAida, me alegro de tenerte por aquí, te extrañé.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Luna, por tu presencia, tan leal como siempre.
ResponderEliminarMiriam, esa esperanza tuya, te la cuido en la manera que me corresponde, un beso amiga.
ResponderEliminarAntonio, esa referencia, el faro más importante de tu vida, está alumbrando en tu interior, sólo tienes que mirarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Recuperar el rumbo en la luz amada...Todo un sueño y un gozo.
ResponderEliminarBesos
Si llevas razón, es la manera más bonita de recuperar un rumbo.
ResponderEliminarCelebro coincidir con usted, Dª Lola, sería una lástima que un burka oculte esos hermosos ojos suyos.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga.
Muchas gracias García Francés por compartir este espacio.
ResponderEliminarUn burka, precisamente no ocultaría mis ojos, pero si mi voz y dudo mucho que pudiese vivir sin ella.
Estamos de acuerdo que los burkas no traen nada bueno a la humanidad.
Gracias por el requiebro caballero, muy sutil.
Otro abrazo para ti.
Gracias a uated por sus ideas y su simpatía, Dª Lola. Abrazos, amiga.
ResponderEliminarQue afortunado eres Manolo !.
ResponderEliminarSi lo es, por ser como es, un hombre excepcional.
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