Todos tenemos el derecho a sentir el amor. Dedicado a mi hija y a la mujer que llegará a ser
lunes, 1 de marzo de 2010
Vuelvo para estar en mi
De pie ante mi camino, vuelvo a la luz,
la de mis aguas doradas,
sabes que me aguarda otra luz en la noche.
Llevo mis remos elegidos y mi ancla coralina.
Mas que nuevos renovados.
Llené de colores vivos mis manos.
De colores suaves mis decansos.
Lastrados recuerdos incorpóreos.
Vuelvo con mi cansacio descansado.
Con mi oscuridad de nuevo, coloreada.
¿Vienes?
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Claro que voy, cómo no. Se está muy bien en tu casa y se leen cosas muy hermosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aqui estoy!!!
ResponderEliminarBesiños
Flor
Hola cielo claro que te acompaño sera un placer
ResponderEliminarun beso corazon
Hola cielo pasate por mi blog del paraiso tienes un premio
ResponderEliminarun beso
Maravillosos versos, preciosa música... como no seguir tu huella ondeante sobre tus aguas doradas? si de lejos se ve la luz de tu faro que irradia integridad y sensibilidad.
ResponderEliminarUn gusto, como ya es de costrumbre, pasarme y leerte. Hasta pronto.
Nunca dejé de estar... claro que voy para que tus colores contagien mis oscuridades y bailen con mis colores!
ResponderEliminarBesos
Mercedes ven a mi casa, siempre que desees. Gracias paisana.
ResponderEliminarFlor, ven siéntate a mi lado.
Luna el placer es mío, sin duda, llenas de magia esta casa. Gracias por el regalo, voy a por él.
Eris el gusto en mío, tenerte por aquí a mi lado, todo sois parte de ese faro y esos faros.
Un beso.
MIriam, mi querida amiga sé que nunca dejaste de estar, lo sé, tú a tus cositas, que yo estoy aquí enredando entre las aguas.
Esta entrada parece que fue para las damas.
Un beso para todas.