viernes, 18 de diciembre de 2009

A veces...


Soy tuyo y a veces... del viento... (Alejandro Sanz)

A veces mi vida se precipita en tu mirada, derrama mi propia existencia entre tus pupilas.
Me entrego al viento, porque tus párpados cerrados me dejan esperando, conviertes la esperanza en un árbol a medio talar.
Recreas tu mirada en la mía, sabes que vivo en ti, vivo en esa luz que arrastras en tus amaneceres.
Llegas a mi lado soplas fuerte quitando los pasados polvorientos de oscuridad, haces lugar en mi altar.
No quiero que hagas espacio nuevos por si no los habitaras.
Mi vida es un lienzo arabesco con miedo al vacío.
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3 comentarios:

  1. Lola vine a tu casa porque te vi en el blog de Silvia, que sigo desde hace tiempo, me llamó la atención tu apellido ya que somos tocayos de apellido, también soy Padilla.

    Y tienes razón vale la pena amar y sólo cuando se tienen muchos años juntos se siente la seguridad en la pareja.

    Un abrazo con amor

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  2. Amor en carne viva... amor, simplemente... muchos sentimientos y sensaciones que se agolpan y a veces dan miedo...
    Besos

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  3. Es cierto, lo que comentais, Miriam, amiga mía, a veces se agolpan tantas sensaciones que es cierto que pueden dar miedo, y como decir no al vertiginoso viaje del amor.

    Bienvenido Sergio, tocayo!!!!!!, tras los años en la pareja, una hermosa seguridad invade, otras sin embargo, los años de encargan de hacer latente el desamor. Pero por favor, me quedo con tu opinión optimista, la hermosa seguridad del amor, cuando el tiempo se encargó de crecernos en los conflictos.

    Un saludo a tod@s

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