A menudo comentarios vuestros hacen mención a mi persona con su vitalidad, el positivismo, el amor por la vida, pues sí.
Me considero una persona afortunada, por los seres que me rodean, por el trabajo que desempeño, los amigos que me apoyan y por encima de todo por la familia que tengo.
En otra entrada hice alusión a la posesión del mundo, señores y señoras el mundo me posee, sí, sí, como suena, pertenezco al mundo muy
afortunadamente.
No me pertenezco.Mi hija me regaló el principal motor de vitalidad y de pasión que mueve mi mundo. Y con ella esa persona que la arropa cada noche, cuando yo cabeceo en al sofá.

Luego, aligerando el compromiso familiar, saliendo de casa, me quedo con mi trabajo,
a continuación os detallaré los entornos donde desarrollo las principales tareas, entre deportes, relajación, pseudo paseos, etc.
En ellas las mujeres con quienes trabajo me riñen, cuando según ellas, me dicen,
" hoy nos estás dando leña ¿eh?" .

Después del baile a relajarse
Sin duda ellas me aportan mucho más a mi que yo a ellas, al fin y al cabo el esfuerzo es de cada una, yo soy una mera herramienta, ellas para mí son la
oportunidad y la satisfacción de hacer las cosas con toda la humanidad que puedo y debo.
Valiosa en vida interior.
Nuestra sala de relajación y nuestra pista de paseos
¿Creen ustedes mis queridos seguidores y lectores que no son motivos suficientes para sentirme llena de vitalidad y de
entusiasmo?.
Yo, creo que sí.
¿Alguien se anima a colaborar en nuestras labores?
Dedicado a todas nuestros colaboradores que son unos pocos pero muy buenos.
Sigo con la música de la entrada de ayer, es que Sevilla me enamora, disculpen la repetición.