En la mañana
los cerezos rosados,
flor en tu piel.
Duerme callado
siesta de verano,
viejo árbol.
Caen lamentos,
las hojas huyen mudas
de los árboles.
Osado sin ti,
los vientos arrecian,
y tu desnudo.
Todos tenemos el derecho a sentir el amor. Dedicado a mi hija y a la mujer que llegará a ser